Se habla de colores o tintas planas cuando se trata de una impresión gráfica cuyo motivo es un color que carece de variaciones, efectos o degradados.
Entenderemos por colores planos, en ese caso, aquellos que se pueden corresponder con un color determinado (rojo, verde, azul, etc.). Estos colores, a su vez pueden encontrarse parametrizados dentro de la escala de colores universal Pantone, pero no tiene por qué ser así. Lo importante es saber reconocer cuándo un color es plano o cuándo no lo es.
Si tomamos como ejemplo una fotografía, en ella no existen colores planos sobre la imagen ya que la multiplicidad de pixeles que guardan la información de colores, albergarán infinidad de éstos y las máquinas de impresión digital, deberán interpretar cada uno de estos colores diferentes. Si por el contrario, quisiéramos producir la imagen impresa de una bandera nacional cualquiera, en las bandas de colores que aparecen en todas ellas, sí podemos encontrar colores planos, ya que en toda la superficie que ocupa el color determinado que escojamos, no existirá variación alguna de tonalidad, color, brillo, sombra, etc.
La impresión de colores planos, plantea generalmente problemas de producción ya que la calibración de la impresora precisa que no exista ningún tipo de variación en el aporte de tinta, velocidad de paso de los cabezales de impresión ni de avance del medio impreso ya que, cualquier modificación de estos parámetros, provocaría una diferencia de impresión fácilmente identificable debido a la monotomía cromática del resultado obtenido. Así, pequeñas líneas denominadas "banding" podrían verse con facilidad o cambios de tonalidad, etc.
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